jueves, 14 de junio de 2007

69.- Las caricias, flor del amor"

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Mi Diario. Reunión del 15 de septiembre de 2007. Sábado.
LAS CARICIAS, EXPRESIÓN DEL AMOR.

Entrada al tema.
Son las caricias, sin dudas, una de las formas más humanas, de expresar el amor. Son expresión preclara y superior de lo que sentimos por el otro y la forma más maravillosa de comunicárselo.
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Carta de Juan Carlos.
“Las caricias expresión del amor.”
La Ternura. Las caricias amorosas.

Querido Carlos:
Isabela es una gatita siempre deseosa de expresar su amor y de que yo se lo exprese con caricias y te he de confesar que insaciablemente las deseas.
En cuanto puede ya tiene su mano apretando la mía como signo de que me quiere, su palma arrastrándose suavemente por mi antebrazo, su brazo rodeándome la cintura y presionándome suavemente su cuerpo contra mi cuerpo, sus dos brazos echados al cuello o engarzados en mi espalda y apretando su pecho, sus pechos, contra el mío.
Se puede pasar horas pasando su mano por mi pelo o pidiéndome que yo se la pase por el suyo, largo y sedoso.
A veces me mira con tanta ternura, con tanto cariño, que me siento rodeado por sus ojos y siento el calor de su amor.
Con qué dejadez amorosa se echa sobre mí en la playa, apoyando sus cabeza sobre mi pecho o sobre mi estómago, o cómo me llama al abrazo, cimbreando suavemente su cuerpo cuando bailamos, para que la rodee con más intensidad.
Es ciento, Carlos, que a veces estamos a un milímetro de que aparezca la vehemencia, la voluptuosidad y el deseo carnal o del sexo.
En público cortamos por respeto a los demás y en privado por respeto a nosotros mismos.
¿Es malo o no es recomendable este exceso de sensibilidad que nace entre nosotros cuando estamos cerca?
¿Pueden nuestras caricias ser un mal para nuestro amor haciéndolo demasiado sensible y hasta sensiblero?
¿Puede en vez de hacerlo crecer ir matando nuestro amor esta “sensiblería,” como le ha llamado algún curita, cuando me he confesado de ir algo más lejos de lo recomendable o permitido por nuestras conciencias?
¿Se puede quedar nuestro amor reducido a “caricias” y “afectividad” en vez de ser recio y fuerte, fundado no en la sensibilidad sino en la voluntad de amar?
Carlos, dinos, qué debemos pensar y hacer.
Un saludo muy fuerte mío y un beso cariñoso como siempre de Isabela.
Contesta pronto.
Juan Carlos.

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