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Mi Diario. Reunión del dieciséis de junio de 2007. Sábado.
EL PERDON DE CORAZON.
Carta: A Nuria y a Julián.
El perdón de corazón.
Querida Nuria y querido Julián:
El perdón es el acto más magnánimo del corazón y de la voluntad del hombre. Es quizás el acto que más nos asemeja a Dios: Dios misericordioso, acogedor, comprensivo, bueno, nunca podremos comprender la inmensidad de la Bondad de Dios, magnánimo, benefactor, de grandioso corazón, amante de sus criaturas, tierno con ellas, delicado, que acepta a su “creación libre” como es, con toda la libertad usada no solo en la debilidad sino también en el retorno, en el arrepentimiento, en la humildad de sentirse débil.
Dios nos tuvo que hacer libres para poder ser amado en la decisión libre del corazón humano. Si irremediablemente tuviéramos que adorarle, reverenciarle, amarle, como lo hacen el resto de las criaturas, las materiales inertes, los animales siguiendo indefectiblemente sus instintos, o las plantas en su evolución vegetativa, ni tendríamos mérito ni nuestro amor sería un amor con valor de elección.
Pero Dios sabe de qué barro fuimos hechos. ¡Oh, feliz culpa que hizo necesario un tan alto Redentor!
¡Oh feliz fallo de mi amado que permite que mi corazón traspase los límites exigibles del amor, más allá de lo comprensible, de lo esperado, de lo razonable, de lo necesario!
“La medida del amor es amar sin medida.” San Agustín.
Y sin medida ama quién perdona. No digas me cuesta, no lo merece, no se lo debo, es la undécima vez, siempre hace igual, con llorar luego lo disculpa todo, no se quiere corregir y lo volverá a hacer, ya estoy harta/o, en el fondo se ríe de mí…...
Todo esto es “lo razonable”. La lógica del mundo. Y el perdón y tú perdón y tú lo superas por la fuerza del amor.
Reunión de Grupo:
Conclusión:
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jueves, 14 de junio de 2007
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