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Mi Diario. Reunión del treinta de septiembre de 2006. Sábado.
Carta: De Ernesto.
El diálogo.
Creo, Carlos, que lo que Julia entiende "por diálogo" es más bien sólo un monólogo impositivo.
Julia habla y habla y habla y no deja hablar. Cuando muy al fin puedo coger la palabra entra como un cuchillo afilado entre las mías, empalma con una de ella y te quita la vez.
Dialogar para ella es que yo diga “sí, bwana” a cada una de sus parrafadas.(bwana, señor en swahili. Tanzania) No escucha nunca, no atiende, no intenta comprender ni comprenderme.
No sé si le da igual pero me dice siempre, “No, si yo te entiendo” cuando me quita la palabra e insiste en su único e inamovible punto de vista.
Ayer fue por una cosa tonta, como casi todas las veces. Le dije que como venían las cosas mejor era hacer la “compra semanal” el viernes tarde, más que el sábado tarde por las colas que se forman en el “Super “ ya que todas las parejas trabajadores ambos aprovechan ese día para su abastecimiento semanal. Además así los sábados nos podemos quedar más tiempo en la playa o puedo jugar con mis amigos un partido a “fulbito”.
Sí. Si. (Primero, el asentimiento, la concordancia) Si a mí me parece bien pero… (Ya llegó el pero consabido y retorcido) si seguimos comprando los sábados tarde y bla, bla, bla, bla,…
¿Podríamos hablar un día los tres sobre cómo dialogar?
Me encantaría que habláramos porque ella a ti si te escucha y admira.
Un abrazo fuerte, Ernesto
Preguntas para la reunión.
Reunión de Grupo:
Conclusión:
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domingo, 2 de diciembre de 2007
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