lunes, 3 de diciembre de 2007

20.- "Espero que Dios me envie su ángel en Francisco Javier"

>
Mi Diario a tres de agosto de 2006.-

Correo electrónico de Mónica a sus amigos del grupo.

Mis queridos amigos todos:
Mi muy querido Ana, María, Isabela, Magda y Clara.
Mi muy queridos amigos José Carlos, Tomás, Juan Carlos, Pedro y Jorge.

No hace ni diez días que nos vimos en casa de Ana y José Carlos para volver a ver a su hijito, qué niño más hermoso, bonito y bueno, cómo disfruté teniéndole un poquito en mis brazos, y despedirnos por las vacaciones de agosto. Francisco Javier y yo las cogeremos más adelante pues en agosto aún hay mucha faena en el campo, aún no hace ni diez días, digo, y ya os echo de menos como si fueran años.
Cómo bendecimos a Dios, Francisco Javier y yo, por haberos puesto en nuestro camino. Desde luego nunca pudimos pensar que una amistad pudiera ser tan grande ni en tan poco tiempo. Y mira que tenemos amigos entrañables del pueblo, de la parroquia y del Grupo de Confirmación.
Algún día os dejaré leer mi Diario de esa época y etapa maravillosa de la vida, de mi vida plena en el amor de Dios y a Jesús, cuando nos fuimos preparando para recibir la Confirmación y para hacernos adultos en la fe y fuertes en el Señor Jesús.
No tanto “soldados de Cristo” cómo se dice para subrayar la disponibilidad, obediencia y valor del cristiano confirmada, confirmado en la fe, sino de discípulos y seguidores de la persona de Cristo y amantes y vivificados por su mensaje vivido. Si hermosos fueron esos días, los días de preparación al Matrimonio y sobre todo a recibir el Sacramento del Matrimonio, Alianza eterna con nuestro Dios, aunque la pareja muera, la Alianza permanecerá para siempre, esos días fueron maravillosos y formidables, porque descubrimos hasta la saciedad ese Cristo autor del bendito Sacramento, que es maravilloso y formidable. ¡Cristo es maravilloso! ¡Cristo es formidable!
Y luego estos meses de bendición en que cada semana hemos ansiado que fuera sábado, para veros y reunirnos tras la Misa en el Madroñal, con Don Matías, ¡ah cómo quiero a Don Matías! ¡Qué hombre más humano es y qué sacerdote más divino es! , un sábado sí y otro no, tratar todos los temas sobre el amor, que ha sido una delicia compartir con ustedes. (Bueno, vosotros-ustedes, para los peninsulares)
Pero lo que os quiero compartir en esta carta que volará por los espacios cibernéticos hasta vuestros ordenadores y vuestros correos, es el profundo sentimiento de mi corazón, las profundas ansias de mi alma y de mi cuerpo de ser madre que me invadió cuando tuve en mis brazos al pequeño Ignacio, junior.
¡Cómo bendije a Dios dándole gracias por haber bendecido a mis amigos queridos por el “niño que se les ha dado”! Os puedo asegurar que no sentí envidia alguna. Eran tantas mis ganas de bendecir a Dios y darle gracias por el regalo a mi queridísima Ana y a mi entrañable José Carlos que mi alma y mi ser estaba sólo llena de agradecimiento. Recordé el día en que tuve en mis brazos por primera vez a tu hijo, María, al tuyo hace tan poco, Isabel, o al primero de todos que fue tu hijita, mi querida Magdalena.
No os puedo negar porque os ocultaría algo de mis deseos que quiero compartir con vosotros que le pedía a Dios Padre, que me enviara el ángel de la fecundidad por medio de mi adorado Francisco Javier y de su amor fecundo y unitivo, para quedarme encinta, como se dice en el Evangelio que quedó María.
Y lo quiero compartir con todos vosotros porque deseo que cuando habléis con Dios Padre le digáis que se acuerde un poco de Francisco Javier y de Mónica que quieren en su “carne” compartir su Paternidad. Qué diga su palabra, aunque esta sea con minúscula, para que el verbo se haga carne en el vientre de Mónica, su hija, y habite entre nosotros, por la donación del amor de Francisco Javier, en su entrega corporal y en nuestra comunión carnal.
Os quiero muchísimo. Os echo e menos muchísimo. Estamos de trabajo hasta las pestañas, pero la cosecha ha sido hermosa y “como los lirios del campo” Dios la ha cuidado y hecho fecunda y productiva. Estamos muy contentos. Los dos graneros están llenos y la huerta está verde y preciosa con el agua del pozo y el riego. Cada fin de semana, los domingos abrimos nuestro puesto en San Mateo, en El Mercadillo, y nos ganamos el pan con el sudor de nuestra frente. Loado sea el Señor Jesús.
Un beso fuerte para todos, Mónica.

Ya Mónica os cuenta de todo. Creo que expresó en alto mis pensamientos y deseos cuando expresaba sus deseos y pensamientos. Ser padres. ¡Qué maravilla! Pero si Dios nos hace esperar será porque esta escribiendo en nuestras vidas su Voluntad. Y “nuestra comida debe ser haber la voluntad de nuestro Padre”.
Espero que esté mes pase pronto para volveros a ver, pero que dure mucho para que vuestras vacaciones sean largas y placenteras. Un abrazo fuerte, Francisco Javier.
>

21.- "Corre como una loca y chrala como una cotorra"

>
Mi Diario a cinco de agosto de 2006.
Respuesta de María.
La niña ya tiene tres años y 10 meses.
>

22.- "Nuestros hijos serán amigos, Ana"

>
Mi Diario a seis de agosto de 2006.
Carta de Isabela por e-mail.
El niño tiene dos meses y 20 días.
Ya estoy impaciente por que ande muy bien, a gatas, y charle, balbucea mamá y papá, como una cotorra.
El bautismo fue muy emocionante y conmovedor ¿verdad? Yo lo recuerdo con ternura y agradecimiento. Tengo para mí y para Juan Carlos que seremos unos padres responsables.
Vamos a criar un “niño, un muchacho, un adolescente y un hombre”, por sus etapas y sin forzarlas ni precipitarlas, responsable y bueno, bondadoso, de buen corazón, quiero decir, cabal, equilibrado y honesto, respetuoso, obediente y con iniciativas, atrevido pero no temerario, sagaz pero leal y no astuto, simple, sin dobles, limpio de corazón, amante del prójimo, preocupado y atento de los pobres, etc. y sobre estas virtudes iremos haciendo crecer desde dentro de él mismo, el enamorado de Cristo, seguidor de su mensaje, la buena nueva de su Evangelio, con talante de mente corazón ante la vida y sus acontecimientos de Jesús de Nazareth.
Han ido pasado por mi cabeza y mi corazón todos estos compromisos contraídos ante Dios cuando le tenía en mis brazos con ternura entrañable y Don Matías le derramaba el agua sobre su cabecita y le ungía el pecho con el óleo santo, que me he quedado, mis queridos amigos, anonadada. ¡Ayudadme! ¡ Ayudadnos! Rezar por nosotros y como amigos y hermanos no os calléis nada que pueda sernos útil para que sea el hombre y el cristiano con el que Dios sueña que sea.
Esa será nuestra principal tarea n la vida. Todo lo demás le estará sometido y subordinado, siendo cada cosa dirigida solo a ese fin, “vocación de Dios”, llamada de Dios, que Dios nos ha dado de padres cristianos y educadores responsables.
¡Cómo deseo que la Virgen María me enseña y sea mi ejemplo y espejo para ir educando a nuestro hijo, iba poner “mi hijo” y me di cuenta del error tan garrafal que era el limitarlo a mí sola, como Ella cuidó, trató y educó a ese niño maravilloso y lindísimo que es Jesús!
>

23.- "Los problemas de mi hija en la guardería"

>
Mi Diario a diez de agosto de 2006.-
Carta de Magda.
La niña tiene casi cuatro años. Le faltan dos meses.
Nace el 15 de octubre de 2002 y es agosto de 2006.
>

domingo, 2 de diciembre de 2007

24.- "Cómo os envidio, mis queridos amigos, un hijo"

>
Mi Diario a doce de agosto d 2006.
Clara desde Roma. El Lacio.

Mis padres tienen un Palacete medio renacentista en la Costa Mediterránea, junto al mar azul y el cielo claro del “Mare nostrum”.
Aquí solemos reunirnos en verano, mis padres tres o cuatro meses, desde mayo a septiembre, y nosotros los hijos que podemos venir, las vacaciones.
En julio viene mi hermano Paolo, con su mujer y sus hijos, mi hermana Julia, con los suyos y mi hermano Angelo, soltero y alegre de vacaciones universitarias aún, a veces con su novia unos días, y todos se quedan también todo el mes de agosto.
Giorgio y yo venimos el agosto cuando cerramos el estudio de Arquitectura en Las palmas y no tenemos que impartir clases en la Universidad, yo de Urbanismo y Giorgio de Estructura.
Los días pasan con una tranquilidad y serenidad hermosa y apacible. Al desayuno, en la terraza sobre el mediterráneo azul y liso como la estepa o la Pampa Argentina, con leves ondulaciones sólo cuando la brisa se hace presente en un susurro imperceptible, vamos acudiendo por oleadas, los mayores en la mesa redondo del aperitivo, en el centro de la curva de la terraza, sobre unas empinadas ero no muy altas rocas que caen al mar, que las besas sin apretarlas ni sacudirlas, y los pequeños en una inmensa y alargada mesa en la parte alargada de la terraza, la más cercana a la cocina y la entrada al jardín posterior. Ya con los bañadores puestos, los pareos por las cinturas y preparados con todos los arreos de playa, a la que se baja por unos escalones, no muchos, y que forma una pequeña calita a la que tenemos acceso sólo los de las tres villas, la nuestra es la del centro, y en la derecha y la izquierda viven respectivamente, una hermana de mi madre con marido y sus hijos y el hermano más mayor que fue el que la heredó cuando murieron mis abuelos, pues esta era la casa solariega primitiva de toda mi familia materna.
Aprovechamos el verano aquí, que es tan deliciosa, y vamos a Escocia en Navidad y alguna vez en Semana Santa, (otras veces nos quedas en Roma) con la familia de Giorgio.
Así que la cala se llena de grito, juegos y salpicones en el agua de casi veinte primos hermanos o primos segundos, hijos de mis hermanos y de mis primos, y ya algunos, los peques, hijos de sus hijos.
Giorgio se pasa casi todo el tiempo jugando con ellos. Disfruta como un enano y es el alma de juegos y diversiones, baños y chapuzones sobre todos de los medianos, entre ocho y doce años, que lo quieren con locura y siempre están detrás de él para que les invente juegos y travesuras. Yo me quedo, como lagarto al sol, tendida en mi hamaca, poniéndome morena, con mi bikini, para mi madre un poco atrevido, pues Giorgio adora mi piel tostada y bronceada por el sol. Hay un solario arriba en una terraza junto a los tejados, protegida de toda vista exterior pero con vista al mar y al horizonte, donde soy aún algo más atrevida. Solo vamos mi hermana, mis cuñadas y yo, y donde no puede llegar los críos pues tiene llave la cancela de hierro. Alguna sobrina mayorcita ya intenta meter su cabecita y su cuerpo al bronceador reservado y para decir verdad las más atrevidas somos yo y mi hermana pues mis cuñadas son más bien reservadas y pacatas. En la playa charlo y discuto con mis hermanos y mis cuñados y cuñadas, hablamos de “trapos”, pues la fábrica familiar es de ropa cara de donna, y de ella vive toda la familia, mi cuñada Estefanía y mi hermana Julia son las diseñadoras, de mucho éxito, sus desfiles en la Pasarela de Milán son de fama, y con mis hermanos y cuñado de política, los romanos tenemos que criticar siempre al Gobierno de turno aunque sea de nuestro partido y ponerlos de “chupa de dómine”, hasta que llega la hora de meterse en el agua, nadar un rato casi como en una piscina, darse una ducha en la misma playa debajo de las rocas y subir a tomar el aperitivo que Rosana nos ha preparado ya en la terraza bajo las sombrillas, para lego vestirnos y esta vez sí en la mesa grande todos comer.
Las tardes las pasan normalmente saliendo a pescar a pasear en “la barca” como así llaman los pobrecitos de mi familia a un fuera borda fenomenal. Algunas veces vamos también las féminas, menos mi made que ya no tiene ánimo para ello y se ocupa de que el servicio tenga todo a punto y de preparar los menús para las comidas y cenas, algunas con amigos de la familia, de mis padres y hermanos, socios en negocios, clientes, etc. que a veces se prolongan en interminables pero maravillosas tertulias en la terraza con una deliciosa música de fondo envolviendo todo el Mediterráneo.
Os cuento todo esto ara que veáis l contraste de la vida, de mi vida. Cuando veo a Giorgio jugar con mis sobrinos y disfrutar de los niños hasta el punto que nos abandona a los mayores, y veo a mis hermanos y primos, de las otras dos villas, con sus hijos y algunos con sus dos primeras nietas, y pienso en vosotras, mi Isabel, m María, mi Magdalena y mi Ana, todas con sus hijos ya, no soy tan buena como Mónica que bendice a Dios por ello y se alegra de vuestra paternidad y de vuestra alegría y felicidad, sino que os envidio con una envidia tan grande que creo que es malsana y perversa.
¡Quiero ser madre! Siento en mis entrañas femeninas las ansias de la maternidad y en mi cuerpo el deseo profundo de darle y compartir un hijo o varios hijos con Giorgio que se aunque no diga nada, que lo desea con toda el alma.
Siento que todo este boato y todas estas comodidades no valen nada ni pueden compensar la carencia de sentir en mis brazos el latido de un corazón que sea parte de tu propio corazón. ¡Quiero ser madre! ¡Quiero tener un hijo! ¡Quiero y deseo ardientemente darle un hijo mío a Giorgio!
No os quiero ocultar, pus sois mis amigos íntimos, que hemos ido a médicos y ginecólogos. Giordio, me da un poco e corte decirlo así, es talmente potente y capaz. Soy yo la que debo ser estéril como Isabel, la prima de María. Los médicos no me encuentran la causa muy claramente pero opinión es que es irreversible.
Aún no lo hemos hablado Giorgio y o pero a lo mejor la única solución es la adopción. A mi me gustaría una chinita o una africanita. No me importa que sea negrita o amarillita. Tampoco me disgustaría una suramericanita, colombiana, peruana, uruguaya o dominicana.
Pedidle a Señor que me de paciencia conmigo misma, esperanza en la maternidad posible, ilusión en la adopción abierta y de corazón, y amor, mucho amor a todos los niños que aunque no sean de mi vientre, son y necesitan personas que los quieran, los amen, los cuiden y los eduquen y hagan hijos de Dios.
Mil besos a todos, abrazos muy fuertes a mis queridas amigas y hasta muy pronto, pronto,
Chiara.

Giorgio os envía un abrazo muy fuerte a todos.
>
>

25.- "Nuestros hios son tus hijos, mi Dios"

>
Mi Diario a veinte de agosto de 2006.-
Carta de Elena a todos.
No entiendo ni de ordenadores ni de e-mail o correos.
Se lo he dado a Carlos para que os lo envíe.
>

26.- "El ejercicio del amor"

>
CRECER EN EL AMOR.

AMARNOS.

Mi Diario a dos de septiembre de 2006. Sábado.
>

27.- "Ernesto no escucha"

>
V.- RELACIONARNOS Y RESPETARNOS.
VIRTUDES DE LA RELACION.

SABER ESCUCHAR.
El diálogo. La sentada.
Quién no escucha no dialoga.

Mi Diario. Reunión del dieciséis de septiembre de 2006. Sábado.

Carta: De Julia.
El diálogo.

Creo, querido Carlos, que Ernesto es un orgulloso. No escucha. Cuando le hablo en vez de intentar captar lo que le digo está dándole mil vueltas a su cabeza para intentar encontrar argumentos para contradecirme y que llegue a la conclusión de que yo estoy equivocada.
Ernesto habla y habla y habla y no deja hablar. Dialogar para él es que yo diga “si, bwana” (señor en swahili, Tanzania) a todo lo que el dice y luego piensa. No escucha, no atiende no intenta comprender ni comprenderme.
Me dice; te entiendo, Julia, y veo muy bien tus razones, pero… y me insiste en su único e inamovible punto de vista.
Ayer fue por una cosa tonta y pequeña como casi siempre.
Quiere ir a comprar los viernes por la tarde la “compra semanal” en vez del sábado para poderse quedar más en la playa jugando al “futbito” con sus amigos la tarde del sábado.
Que si hay mucha gente, que si patatín, que si patatán.
¿Podríamos hablar los tres un día de cómo dialogar? ¿De cómo escuchar, no solo decir, para poder no solo comunicar sino comunicarnos?
Me encantaría que habláramos porque yo sé que a ti te escucha, te admira y tiene un gran respeto a tu opinión
Un beso cariñoso, Julia.

Reunión de Grupo:
Conclusión:
Aportaciones en la reunión de grupo.
>

28.- "Julia es sólo un monólogo"

>
Mi Diario. Reunión del treinta de septiembre de 2006. Sábado.

Carta: De Ernesto.
El diálogo.

Creo, Carlos, que lo que Julia entiende "por diálogo" es más bien sólo un monólogo impositivo.
Julia habla y habla y habla y no deja hablar. Cuando muy al fin puedo coger la palabra entra como un cuchillo afilado entre las mías, empalma con una de ella y te quita la vez.
Dialogar para ella es que yo diga “sí, bwana” a cada una de sus parrafadas.(bwana, señor en swahili. Tanzania) No escucha nunca, no atiende, no intenta comprender ni comprenderme.
No sé si le da igual pero me dice siempre, “No, si yo te entiendo” cuando me quita la palabra e insiste en su único e inamovible punto de vista.
Ayer fue por una cosa tonta, como casi todas las veces. Le dije que como venían las cosas mejor era hacer la “compra semanal” el viernes tarde, más que el sábado tarde por las colas que se forman en el “Super “ ya que todas las parejas trabajadores ambos aprovechan ese día para su abastecimiento semanal. Además así los sábados nos podemos quedar más tiempo en la playa o puedo jugar con mis amigos un partido a “fulbito”.
Sí. Si. (Primero, el asentimiento, la concordancia) Si a mí me parece bien pero… (Ya llegó el pero consabido y retorcido) si seguimos comprando los sábados tarde y bla, bla, bla, bla,…
¿Podríamos hablar un día los tres sobre cómo dialogar?
Me encantaría que habláramos porque ella a ti si te escucha y admira.
Un abrazo fuerte, Ernesto

Preguntas para la reunión.


Reunión de Grupo:

Conclusión:
>

29.- "Con la ayuda de Dios"

>29.- “Con la ayuda de Dios”

Octubre.
2006.10.02 Cuarto Cursillo en el Madroñal.
2006.10.02 Monitores y Charlistas. Con la ayuda de Dios.
2006.10.02 José Carlos y yo les hablamos del amor.
>

30.- "Jesús es el centro de mi vida"

>

2006.10.03 Mónica dice quién es Jesús para ellos.
>

31.- "La sexualidad en el contexto del amor"

>
2006.10.04 Isabela y Juan Carlos Sobre la sexualidad.

32.- "Nosotros también deseamos ser padres"

>
2006.10.05 Clara y Jorge, sin hijos, vuelven a hablar de la fertilidad.
>

33.- "Dios hizo Alianza con la pareja humana"

>

2006.10.06 María y Tomás dicen cómo viven el Sacramento.
>

34.- "El Cursillo es para la vida"

>
2006.10.06 Carlos cerró todos los días. Nuestro “pequeño cierre” fue una pasada.
>

35.- "Dios los puso en nuestras manos"

>
2006.10.07 Ya llevamos un grupo. No sé de donde sacaremos tiempo.
>

36.- "Dialogar es comprender al otro"

>
DIALOGAR ES COMPRENDER AL OTRO.

En la reunión de hoy hemos intentado comprender y dialogar sobre cómo el diálogo es comprender al otro. Sin ello todo se convierte en un monólogo que para nada sirve, pues para dialogar hay primero que aprender a escuchar. Bueno voy a copiar las cartas de Carlos que son la base de nuestras reuniones en general y al final añadiré unas consideraciones sobre las aportaciones en la reunión de grupo.

Carta: A Julia y Ernesto.
El diálogo.

Querida pareja:
Desde luego no os lleváis tan mal como parecen indicar vuestras cartas. Las dos misivas venían en el mismo sobre, en la misma carta. Luego fue una decisión mutua el escribirme y un consenso tras un pequeño y sin importancia diálogo.
Visteis también que el diálogo a tres de la otra tarde, qué bien lo pasamos, no fue difícil.
Dialogar no es intentar convencer “al otro” con nuestros argumentos. Ni siquiera se dialoga para llegar a un consenso o unanimidad de criterios y pensamientos y algún tipo de acuerdo.
Se dialoga para comprender, (com-prender, prender, tomar, captar, com, alrededor, envolviendo, dejando dentro,) al otro. Saber porqué piensa así, en qué se fundamenta,
Cuales son sus puntos de vista y sus razones. Hay que intentar ver y comprender los motivos, creencias y deducciones de la pareja aunque estemos convencidos, que tendríamos que ponerlo al menos en cuarentena, de que no tiene razón.
Y para esto lo primero es ponerse en aptitud de escuchar: cerrar nuestro propio decir, dejar en blanco nuestra mente, sin nuestras razones y argumentos, y hacer un esfuerzo positivo de entender lo que se nos dice y de ponerse en la piel del otro para verlo desde sus propios ojos, con su propia mente o razón y sobretodo con su propio corazón.
Porque generalmente nuestras ideas y opiniones están más fundamentadas en los sentimientos y afectos, en la sensibilidad y la afectividad, que en los argumentos discursivos y razonados.
Así, escuchando, se enriquece nuestra propia visión de las cosas con otras visiones o ángulos, o puntos de vista, desde las que la ve el otro.
Pero es mayor la riqueza aún si nos fijamos que “entendemos” mejor al otro, sabemos más de el, de cómo es, de porque piensa así, y casi siempre de cómo siente y respira ante las cosas y ante la vida misma. De sus sentimiento profundos, de sus entrañas de persona.
Y aquí termina la primera parte del diálogo si las dos partes hacen este esfuerzo.
No hay que intentar llegar a “acuerdos” o a vamos a obrar así.
Habrá que tener mucha paciencia.
En principio como dice San Ignacio y aplicándolo al diálogo, “en la duda no hacer mudanza”.
Mientras que no haya un nuevo acuerdo debemos, ambos, aceptar el que ya teníamos.
Pero tras el dialogo, que debe empezar en paz, hacerse con paz, sin avasallar, con paciencia, con tranquilidad, con amor, con mucho amor (y también con algo de humor que nos hace “reírnos” un poco de nosotros mismos y de nuestras rigideces, sin darle tanta importancia) y terminar en paz, tras el diálogo nos daremos cuenta que aún sin querer “se han ido moviendo un poquito nuestras posiciones hacia el otro, nos hemos ido acercando a el, aunque la distancia puede seguir siendo inmensa y grande.
El diálogo es la pieza clave para que el amor se alimente, crezca, “se clarifique”, arregle las diferencias y sus escapadas o separaciones.
Cuando la pareja empieza a ir por líneas divergentes, sólo el diálogo vuelve a cambiar el rumbo hacia la convergencia.
Sentarse a hablar cuando no hay problemas de proyectos, de deseos, anhelos, presente y futuro une a la pareja le hace tener “una vida interior en común”.
Sentarse a sacar los problemas fuera, a echar los demonios interiores, romper los muros construidos o a medio construir de incomprensiones, - com-prender es rodear al otro por fuera entendiendo y en la pareja amando todo lo que hay dentro,- y si entonces también el otro te comprende a ti, nace una fuerte compresión mutua, generosa y amistosa, pero en la verdad y en la libertad. Sólo entonces los dos círculos son iguales de grande y se superponen en compenetración total. Aunque dentro haya cosas distintas, que debe haberla, la unanimidad absoluta también es un fallo, y quizás una incomprensión, cada uno comprende, prende, tiene totalmente y libremente al otro.
Incomprensión es no tener un centro común de gravedad, poner nuestro círculo fuera del otro y levantar un sutil muro que impide al círculo del amado penetrar y compenetrarse con el nuestro.
Intentar llegar a consenso es sumar nuestros puntos de vista, nuestras visiones desde primas distintos, hombre-mujer, padre-madre, profesional-profesional, educación-educación, costumbres-costumbres, país-país, religión-religión, familia-familia. No debe ser nunca imponer o restar el uno del otro.
Todo consenso puede tener sus ribetes de diferencias, sus enfoques parciales. Y todos los no- consensos, discrepancias y diferencias deben estar llenos de respeto, comprensión e incluso visión cariñosa del otro y de sus desacuerdos o contrastes.
Haz de aprender a vivir “en la diversidad” y a saber que solo pocas cosas son necesariamente una o única. El credo, el de los Apóstoles, es muy cortito. El dogma muy concreto y las disquisiciones de la Iglesia y sus ministros, incluido el Papa, no son siempre inspiraciones infalibles del Espíritu, aunque estén llenas de la máxima garantía de verdad, veracidad, autenticidad y exactitud. La conciencia del hombre, incluso la errónea e invencible, es norma de moralidad y de acción, y los recovecos del pensamiento y compresión de Dios sobre cada personas son inescrutables y de un amor personalizadísimo y desigual. “El Buen Pastor conoce a cada una de sus ovejas por su nombre.”
Parafraseo: En lo necesario, unidad y verdad, en todo lo demás, en lo superfluo, en lo diverso y en la diversidad, respeto y libertad, y en todo y siempre, comprensión, caridad y amor.
Con cariño, Carlos.

De qué hablamos:


Reunión de Grupo:

Conclusión:
>

37.- "Respeta y ama mi libertad: soy tú"

38.- "Gata y celosa. Celoso y tigre"

>
LOS CELOS, FALTA DE RESPETO Y CONFIANZA EN EL OTRO.

Los celos.

Mi querido Diario: ayer hablamos de los celos. De los celos de las mujeres celosas. De los celos de los hombres celosos. Y te lo voy a resumir así:
Los celos en la mujer suelen ser más discretos que en el hombre. Sufren en silencio aunque luego cuando saltan, su ataque de celos es más fuerte y virulento. Si él muestra demasiadas atenciones, al charlar con agrado, al escuchar con atención y embelesamiento, embobados los dos el uno en el otro, atenciones de servicios, yo te lo acerco, quieres beber algo más, te traigo un refresco, o en la plata, te acerco la toalla, ponte debajo de la sombrilla, te apetece un paseo, o nos damos un chapuzón, con alguna amiga, se recome por dentro y piensa que ya se está pasado el ligón.
Aunque me cueste, querido Diario, te lo he de decir: un celillo discreto, tolerable y tolerante, es casi parte natural del amor y un ingrediente casi necesario para que sea amor pleno. Se dan en muchas parejas, no son necesarios, pero superados con humor, reírse de uno mismo por tenerlos, y con confianza, estoy totalmente seguro de mi pareja, pues se que me ama por encima de todo y todos, no hacen daño ni rompen la unidad y al confianza. Pero la razón, pensar razonablemente, y la fe en el otro deben siempre superar y matar los celos.
Y si mi novio es muy celoso ¿qué hago?
Si le amas de verdad, habla con él del tema. Y no le des motivos, pequeñas pistas, para que nazcan los celos.
En los hombres los celos suelen nacer por la coquetería natural de la mujer, por su forma de vestir, por lo atrevido de sus trajes o bañadores, por su “poderío corporal natural,”su físico.
Si a esto añadimos el instinto natural de querer gustar o el cierto deseo de conquista aunque se rechace la conquista, los celos están servidos.
Quitar esos motivos por amor al otro, para que no sufra es suprimir los celos.
Y esos pequeños motivos generalmente son pelillos a la mar, no valen el mantenerlos lo que la paz y concordia de la pareja.
Puedes llevar un bañador casi mojil pero que se vean un poco o se adivinen tus bondades y que alguien te mire con agrado, más si es con deseo, para que tu pareja se ponga hecho un “bruto”. Porque curiosamente el hombre reacciona haciéndose el bruto, poniéndose bruto. Bruto por callado, seco, de mal humor, bruto porque cree tener toda la razón y ataca, para defender a su presa.
Los celos son una enfermedad sicológica que parten de una posesión desmedida de la otra persona.
El que la otra persona se nos de o entregue no quiere decir que “sea nuestra”. Pero los celos parten de una posesión en nuestra mente y deseo, sin contar con que la otra persona se de o no se de.
Nos apoderamos de ella y por temor a perderla la guardamos, la escondemos, la ocultamos. La tapamos, la queremos escamotear a toda mirada. Fíjate querido Diario, nos decía Carlos, que ya hay celos aunque “nadie” haya aparecido para ponerte “celoso”. Si aparece entonces los celos se convierten en inquietud, desasosiego, intranquilidad y reclusión del ser amado bajo siete llaves. Los celos pueden nacer por cierta coquetería natural de la mujer o afán conquistador del hombre mirón, empalagosillo o algo ligón.
Pero en verdad los celos no tienen fundamento pues nacen sin engaño del otro, ni por el pensamiento.
Cuando hay fundamento, entonces decía un amigo mío, no son celos, eso, amigo, son “cuernos”.
Pero los celos sin fundamento, los que son solo celos, hay que combatirlos y vencerlos para no hacer la vida de la persona amada un infierno de intranquilidades, temor a que te nazcan los celos, de sobresaltos, si esto le disgustará y se pondrá celoso, de falta de libertad, no hago esto porque seguro que se me revuelve, o de aguantar reproches injustos, desproporcionados y totalmente fuera de lugar, hiriéndote tu corazón fiel hasta la delicadeza y entregado solo a su amor hasta la última fibra de tu ser.
Tiene difícil remedio y en el fondo son una falta de confianza en la otra persona. Por ello si durante el noviazgo nacen desaforados, ilegítimos, repentinos y sin motivo ni lugar, espontáneos con una espontaneidad agresiva, no debes casarte hasta que este problema no esté plenamente y totalmente resuelto, ni casarte nunca si no se resuelven, pues no se puede vivir, ni por amor, en una lucha continua. Es más es por amor, por amor a la pareja por la que la debes dejar para que busque en otras aguas una tranquilidad y calma que en las tuyas son tempestad. Aunque duela. El amor a veces si es más fuerte que la muerte, está en la renuncia a la persona amada para que pueda ser feliz en otro lugar, si en el tuyo no puede haber calma.
Duro pero verdad. ¡Qué espantoso debe ser vivir al lado de una persona enfermizamente celosa! Menos mal que José Carlos es una dicha de calma y confianza, me deja en plena libertad, sin intromisiones, ni por asomo me intenta controlar ni saber todo lo que hago y pienso, y que yo confío en mi José Carlos, más que en mi misma pues creo que es el corazón más grande y fiel que Dios creó jamás.

Preguntas para dialogar:

Reunión de Grupo:

Conclusión:
>

39.- "Vivir en doble libertad"

>
Mi Diario. Reunión del veinticinco de noviembre de 2006. Sábado.
EL RESPETO A LA LIBERTAD DEL OTRO.

Respetar la libertad del otro.
No atar a la pareja a la pata de la cama.


Hay personas, querido Diario, que quieren encadenar a su pareja a ellos como si fueran ellos mismos sin dejarles ni un respiro, ni un momento libre, ni un segundo sin controlar.
Creen que el matrimonio es “atar al otro a la pata de su cama” y más por superposesión que por celos, aunque también a veces mezclados por estos, la otra persona, sobretodo si es la mujer, no puede moverse libremente, ni decidir que hacer ni a donde ir.
Y en una pareja lo más hermoso es precisamente la libre entrega de mi propia libertad, cada mañana, cada día, cada instante, no porque me lo exiges sino porque te la doy libremente y te la doy libremente porque te amo.
¿Es amor acaso el que no se entrega libremente, el que es “de obligado cumplimiento”?
Ni aún cuando la persona esté “comprometida”, compromiso que adquirió libremente en el momento de la donación plena, ratificado en el sí del sacramento, ni aún entonces el otro tiene “derecho posesivo y exclusivo” sobre la libertad del otro. Es en el desgranar de los días y los momentos cuando por amor cada uno de los dos entrega libremente su libertad al otro, haciendo lo que más feliz le haga, pero sin exigencia alguna.
Y es precisamente esta donación libre la que mayor felicidad produce al amado porque no arranca nada al otro, caprichos sin malicia, placer y gozo, mimo, entrega y detalles afectivos, sino que proceden de la entrega amorosa y libre del amante.
Pero y si a mí no me gusta lo que hace, cómo se viste, a dónde va, qué amigos o amigas tiene, cómo realiza su trabajo, cuales son sus aficiones para el descanso o el relax.
Pues a aguantarse toca, amigo. Así era, así la aceptaste, tú lo sabias y tú debes respetar sus decisiones.
Pero y ¿si cambió después? Nadie te dio un cheque en blanco ni un seguro de conducta del otro. Sólo una promesa de amarte que puede dejar de hacerlo libremente.
Sí, puedes razonar, pedir, hacer ver, si no es el camino adecuado el que tomó, pero no exigir el cambio o la rectificación.
Esta debe venir de la libre aceptación del otro. Bien porque vea su equivocación, bien porque crea que “tal pequeñez” o tal cosa se convierte en pequeñez sin valor y si puede desechar si hiere, rompe o mata el amor.
¡Ojito! Que la inversa es igual. Eres tú el que libremente debes ver si merece la pena dar ese pequeño o gran disgusto a tu pareja, a quien dices que amas por mantenerte en los trece o no bajarte del burro en algunas cosas.
Claro que los principios son inamovibles. Claro que los criterios son inalterables. Lo que hay que estudiar es si realmente son principios u opiniones personales no muy fundadas, y si son criterios de vida o simples costumbres o hábitos.
Establecido su fundamento no son alterables porque harían más mal que bien tanto a ti como a quien te pides que los cambies o altere.
No son negociables la fe en Dios, el amor a los hijos, la fidelidad a la pareja, la honestidad personal, el trabajo bien hecho, y las virtudes en general.
No puedes aceptar “una cama redonda” en deseo de libertad de tu pareja o de libertad sexual. No puedes aceptar nada que haga daño a tus hijos, palizas, malos tratos, en respeto al mal genio o a la “irascibilidad de tu hombre”.
Pero qué te cuesta ponerte un escote un poco más pequeño, si el tuyo es excesivamente generoso, si procede de un deseo desmedido de ser mirada y de gustar y si no son lo celos sino la prudencia razonable de decencia quien te lo pide con sus palabras sin acritud y prudentes.
Qué te cuesta pensar si tanto salir de pesca o de caza, o tantas horas dedicadas al trabajo, casi por vicio y costumbre no pueden ser recortadas en bien de un “estar” con tu esposa yo tus hijos.
Nadie te obliga. Eres tu el que por amor, piensas, pides consejo y cambias.
La entrega y el sacrificio, la renuncia que crucifica porque es un palo trasversal y horizontal a mi deseo o gusto vertical, es nacida del amor, una renuncia dulce, un sacrificio alegre, que deja de costar porque es parte de nuestro amor.
Cuando yo tenía dieciséis años fuimos a la nieve a esquiar. Alguien se dobló un tobillo y hubo que bajarlo a cuesta por la pista de esquí hasta el Albergue de Montaña.
Cuando a medio camino el Salesiano que nos acompañaba en la excursión del Colegio le gritó a mi compañero que cargaba con el destobillado si necesitaba ayuda este le contestó. No hace falta, Padre. No pesa. Es mi hermano.
Sí, el amor hace la carga ligera.
“Venid a mí que estáis cansado y yo os aliviaré. Porque el yugo”que voluntariamente nos unce, “es suave y la carga”, que se lleva por amor, “es ligera.” Dice el Señor.
Buenas noches, querido Diario. Yo quiero llevar mi cruz, cuando sea cruz, toda con amor y por amor.

Reunión de Grupo:
Conclusión:
>
>

40.- "La Virgen."

>
Mi Diario. Reunión del nueve de diciembre de 2006.- Sábado.

Aunque la Inmaculada fue ayer, ocho de diciembre, y nos reunimos en Misa en el Madroñal, ni María y Pedro ni Isabel y Juan Carlos, podían asistir pues tenían reuniones y compromisos familiares y dejamos la reunión para hoy, ayer, pues yo siempre escribo con la fecha del día en que “pasan las cosas” aunque luego de verdad lo transcribo al día siguiente o al 0tro, según tenga un rato. Así que entramos en el tema que como siempre que llega esta fiesta es la madre de Jesús, con alegría celebrando nuestro cariño por nuestra madre celestial.

Hoy comenzamos cantando con Mónica y Francisco Javier de músicos como siempre,
Y con una pequeña variante de la letra que nos entregó Carlos.

“Que detalle Señor has tenido conmigo,
Cuando la miraste,
Cuando me elegiste,
Cuando le digites
Que yo era su hijo.

“Que detalle Jesús has tenido conmigo,
Cuando me miraste,
Cuando me elegiste,
Cuando me digites
Que yo era su hijo.
Que detalle Señor, has tenido conmigo”

Y terminamos también cantando y orando a la Madre de Dios, porque cantar es una forma preciosa de orar. A veces cuando voy desde casa a la oficina en vez de rezar alguna oración vocal, a media voz, sola en el coche, pero no solo en el alma, canto alguna bonita canción al Señor o a la Madre de mi Salvador. Le pido perdón por los desafinos, soy muy mala entonando, pero sé que Ella me escucha y que cuando recorro la vida, nunca voy sola, pues conmigo Santa María va.
Cuando tenga que llevara al pequeño José Carlos a la Guardería y al Cole, le enseñaré a cantar conmigo como ración de la mañana en el coche.


“Aunque recorra la vida,
Tú nunca solo estás,
Por el camino contigo
Santa maría va”

“Ven con nosotros al caminar,
Santa maría ven.
Ven con nosotros al caminar
Santa María ven.”
>
>

41.- "El Mesías. El Señor"

>
Mi Diario. Reunión del veintitrés de diciembre de 2006. Sábado.

Aunque es víspera de Noche Buena, y mañana esperamos ir a la Misa del Gallo, espero que mi madre, donde cenaremos y pasaremos la noche, dormiremos allí en mi “viejo cuarto” dónde mis padres han puesto una cama de matrimonio y un rincón para la cuna, y en mi cuarto de baño de soltera un pequeño calentador “microondas” para los biberones, mamá está en todo, espero digo que mamá se pueda quedar con nuestro pequeñuelo, lo siento Don Matías no cerraré el móvil, pondremos el vibrador, y así asistir con todo el grupo a la Misa de Nochebuena. Nos apetece una burrada.
Tiene ya siete meses y pico y espero que se quede dormido pronto y que no se despierte. La abuela tiene mucha mano.
Cenaremos todos en casa, todos los hermanos y sus parejas, casados o no aún, y después creo que mi padre nos quiere acompañar a “El Madroñal” a Misa.
>

42.- "Los Reyes Magos"

>
Mi Diario a seis de enero de 2007. Sábado.
Los primero Reyes de nuestro hijo.
Estoy inmensamente ilusionada aunque se que el no se va a enterar.
>

43.- "Me gusta gustarte"

>
Mi Diario. Reunión del veinte de enero de 2007. Sábado.
EL RESPETO: CUIDAR EL ASPECTO ESTETICO:

El respeto conlleva cuidar el especto estético.

Querido amigo Carlos. Escribo en mi Diario como si te contestara a una carta tuya pues nuestra conversación de ayer fue afable, amplia y distendida y entre los temas que yo en confianza “personal” quería tratar contigo estaba el de la pequeña y amable coquetería de la mujer en el arreglo, el vestido, las joyas, los adornos, el perfume, el peinado, la belleza en general y como no, en su sustrato la limpieza y el culto al cuerpo sano y estético. Yo sé que cuando se sobrepasan los límites se llega a la egolatría y adoración de la propia persona y de su aspecto, a eso que mucho jóvenes llaman “una mujer tonta y vacía, solo bella y atractiva”.
Pero de ahí a la dejadez, a los rulos, como dice mi abuela, hasta para comer, a la bata para vestir o a los vaqueros para todo sucios y rotos va un abismo.
Yo soy presumida. Muy presumida, creo que como todas las mujeres de mi familia y algunos hombres. Me encanta mirarme al espejo. Cuando tenía quince años me pasaba horas sentada delante de él, no preguntándole si había alguna más bonita que yo, que para mí no la había y solo la duda ofendía, sino “auscultándome” con la vista cada rincón de la cara, la tersura de mi piel, mis pequeños y bien tratados granos del azné juvenil, mis cejas y mis rizadas pestañas,… y no te diré más cuando salía de la ducha y estaba a punto de ponerme el camisón porque me da vergüenza, mucha vergüenza.
Creo que muchas chicas somos así de presumidas. Yo al menos lo era y lo soy.
Pero ¿cuándo se pierde la naturalidad, se pasa a ser un poco “tonta” y por tanto a ser una chica normal a los ojos de Dios?
Me daba vergüenza sacar este asunto como los otros dos que tratamos los tres en compañía, Elena, yo y tú ayer en tu casa, en la reunión de grupo y más aún tratarlo en detalles. Por eso, y sin José Carlos te pedí que lo habláramos.
Me dijiste, delante de ella y con mucha delicadeza y cariño, mirándola y amándola con los ojos, y me dijiste con razón pues yo también lo presiento en ella por su manera de ser y expresarse, por su encanto personal, que Elena es muy presumida. No podía pasar por delante de la columna del portal de casa, que era un cristal y hacia de espejo, sin mirarse.
Pero, gracias a Dios, tiene muy buen gusto, tanto en el vestir con en el “alicatarse”, “emperifollarse”. Bueno, me lo dijiste algo más despreciativamente, pero sin malicia, coloquialmente, en “los arreos del vestir y del pintar.”
Y que te gusta que sea así. Que no podrías estar, estado de permanencia y estado continua, enamorado de una mujer que no se “cuidara”. Me eche a reír suavemente pues como minimizas el presumir y lo envuelves afectuosamente en “cuidarse”. ¡Qué delicadeza al hablar de ella y al enjuiciar su “coquetería natural”!
Sí es verdad, añadiste, que las hay que visten al estilo hombruno, deshilachadas, cursis como un repollo, desconjuntadas, sin estilo ni gusto, o lo que sería peor e impasable, sucias.
La presencia física atrae o repele, nunca deja indiferente, porque si te deja indiferente ya va en el camino de la repulsa. Por ello tanto la mujer como el hombre deben estar atractivos para su pareja en primer lugar y también para embellecer el mundo.
El mismo san Agustín, me decías, creo que en un sermón les aconsejaba a las mujeres como acicalarse y que debían estar atractivas para sus marido.
Es por tanto, en su justo valor, virtud cristiana, primero cultivar la limpieza y luego cultivar la propia belleza.
Hay que cuidar el aspecto estético. También el hombre. Ay que ser y parecer limpios.
En el perfume es igual. Un perfume discreto atrae. En la mujer realza su belleza. Embelesa al hombre. Enamoran. Un excesivo perfume, repele. Huele a perfume barato, suelen decir para justificar el rechazo.
En el hombre el perfume también es atractivo. Aunque en general somos más parcos y menos a diario, un perfume varonil, al menos para las ocasiones en que ella quiere presumir de marido es necesario.
Mi mujer, Elena, me acribilla porque quiere que esté siempre “de punta en blanco”. Aún con un pantalón de trabajo debo estar presentable.
Y eso que ella sabe yo no soy nada presumido. Más bien dejado, apostilló ella, medio riéndose para suavizar la frase. La agresión, dijiste tú.
Y los zapatos. El martirio de los zapatos. El lustrado de los zapatos es algo que me trae por la calle de la amargura. Ni me los limpia ni me los manda limpiar. Eso es trabajo mío. Con la obra de la casa de Marzagán todo son polvos, cementos y hasta pintura, que es peor.
Y siempre me coge en la puerta ya para decirme: los zapatos, Carlos. Algún día he sido tan despistado que cuando me he sentado al volante me he dado cuenta que llevaba aún los zapatos de trabajo. ¡Muchacha, que martirio, qué desastre!
Pero volvamos al tema. Si uno no tiene buen gusto, debes írtelo formado.
No fiarte mucho de ti, ¡ay de ese pantalón con esa camisa o ese jersey! ¡Cómo puedes llevar un cinturón marrón con un pantalón azul!
Por eso ahora he aprendido, como un niño, a preguntar antes de poner me la ropa. Antes me la ponía y tenía que desvestirme y volverme a vestir diferente. He tenido que llegar a un armisticio: o me buscas por favor la ropa, o conjuntada o no, no proteste. Pues muchas veces elegía yo la camisa que me gustaba, ¡hoy voy bien!, para recibir enseguida el primer aviso. Con esos pantalones, no. Y a desvestirse de nuevo.
Ahora las cosas son diferentes. Búscame por favor una camisa. Llevo puesto los pantalones claros.
También ella ha cambiado de táctica. En vez de tirarme chinitas cuando voy bien arreglado me dice: ¡Qué guapo te has puesto! Da gusto salir contigo. De verdad Ana me sientan muy bien esas palabras. Y procuro sin que me lo pida cada vez más estar a su altura. Bueno a su altura en belleza y elegancia es imposible. Por lo menos en un buen pasar como acompañante.
Ya ves, mi querida Ana, que cuidar la belleza no es una degradación y un vicio. La virtud en esto como en todo está en el término medio, pero en lo más alto. Nuca en los extremos. Ni desgreñada ni sofisticada. Natural y si puede ser realzada.
El arreglo en el vestir y peinar, un cuerpo limpio y sano, un perfume adecuado y algo sutil, un conjunto agradable a la vista, es belleza y la belleza siempre atrae y es virtud.

Reunión de Grupo:
Conclusión:
>

44.- "Una sola voz"

>
CRECER EN EL AMOR.
VI.- COMPENETRARNOS.

Mi Diario. Reunión del tres de febrero de 2007. Sábado.
La armonía conyugal.
La unidad no es unicidad.
Nuestra unidad es mayor que por separado porque es la suma de dos.


La armonía de pensamiento.
La armonía de sentimientos y de corazón.
La armonía en los deseos y fines de la vida.
La armonía en la fe en Dios
>
>

45.- "La enterga controlada"

>
Mi Diario. Reunión del diecisiete de febrero de 2007. Sábado.
LA CONFIANZA EN MI PAREJA.

Primera parte: la falta de confianza.
Carta a Inés.
Ver el tema en enemigos del amor.


>